
En su amor a los niños, niñas y adolescentes, Guadalupe De Santiago Medina descubrió que María Montessori tenía una filosofía única con los menores, por lo que se dio a la tarea de investigar más sobre el tema.
Al hacerse guía Montessori y descubrir que en ningún lugar de Hidalgo se aplicaba esta filosofía en la formación de los niños, se planteó hacerlo realidad en Pachuca desde hace dos años, con un proceso que inició incluso seis años antes.
Guadalupe De Santiago, fundadora del Atrio Amici Dei, ofrece desde entonces un espacio para niños de tres a seis años con la catequesis del Buen Pastor.
“Como dice Jesús en su Palabra: ‘Que todos los niños se acerquen a mí, porque de ellos es el Reino de los Cielos’. Tú, niño, niña, no tengas miedo acercarte a Dios, Él te ama con todo su corazón y todo su ser, y así como ovejitas en su rebaño, Él nos carga con amor”
“Amici Dei quiere decir: ‘Amigos de Dios’, y en estas tres palabras se resume el objetivo, la intención: que los niños sean amigos de Dios”, dijo en entrevista para Luz de Luz.
“El Atrio está basado en la filosofía María Montessori, ella fue quien descubrió que el niño tiene un potencial religioso que no todos conocen”, agregó.
Para la señora Lupita de Santiago su servicio le deja una sensación de esperanza y de confianza en los niños.
“María Montessori dice que la paz en este mundo se va a lograr por los niños. Esa es nuestra esperanza y confianza, que se logre la paz a través de los niños”, comparte.
En el Atrio Amici Dei trabajan al frente de los niños una coordinadora y vigilante, en la persona de Guadalupe de Santiago; una catequista, en la persona de María Altagracia De Santiago; y una más en Vida Práctica, área muy importante en filosofía Montessori, rol que desempeña Laura María Serna.
María Altagracia De Santiago Medina ‘Cacho’
Catequista
María Altagracia De Santiago, hermana de la señora Lupita, comparte que el modo de enseñanza para los niños “es algo muy natural”.
“De ellos también aprendemos, como de su silencio, observarlos y qué es lo que hacen, porque como dice el libro de El Niño, de María Montessori, no es que nosotros les enseñemos, más bien ellos me enseñan a mí a través de ellos mismos”.
‘Cacho’ comparte que con el uso de materiales y observación los niños empiezan a tener comunicación con Dios, una comunicación no repetitiva, sino natural.
“Es dejar que el niño haga las cosas, no darle órdenes; es entonces cuando el niño desarrolla su potencial religioso e inicia su relación con Dios.
En Atrio Amici Dei están con los niños una vez por semana, por espacio de dos horas, con preparación y mucha lectura previas, porque todo es leer, leer y observar.
“Su potencial religioso más grande en los niños es su oración, su forma de hablarle a Dios y su forma de trabajar. Aprenden haciendo, aprenden dibujando, aprenden con los materiales; ya no solamente se imaginan. También les llama mucho la atención la Biblia, vienen a descubrir y a aprender. Yo aprendo de ellos”, comparte.
Laura María Serna
Vida Práctica
A Laura María Serna le corresponde la labor de trabajar con los niños previo a su actividad en la que conocen la Palabra de Dios; se trata de Vida Práctica, área muy importante en la filosofía Montessori.
“De trabajar con los niños me gusta todo, todo me ha gustado desde hace dos años que iniciamos el Atrio”, dijo para Luz de Luz.
Laura María compartió que desde que comenzó el proyecto con su madrina Lupita De Santiago, todo le llamó la atención: “Me gusta que los niños aprenden mucho y que tienen confianza en mí”.
Emiliano y Juan Pablo
Niños
Emiliano tiene ocho años de edad y quiso compartir a Luz de Luz sus razones por las que le gusta ir al Atrio Amici Dei.
“Me gusta venir por cinco razones únicamente: porque aquí aprendo de la Biblia y aprendo a rezar; porque también voy al Catecismo: viernes aquí (Atrio Amici Dei) y sábado a otro lugar; porque estoy con mis amigos y amigas conviviendo juntos; porque me gusta estar aquí, un lugar bonito, y aprendo nuevas cosas; porque tengo amigos y porque convivo”.
Antes de mandar un saludo a sus amigos con motivo del Día del Niño, nos dijo que hace oración y lo que le pide cuando platica con Él.
“Le pido a Dios que el mundo ya no reciba droga, eso no, que el mundo ya sea más feliz y que cuide a todos mis amigos, mis amigas, y por un mundo mejor”.
Por su parte, Juan Pablo, de apenas cinco años, platicó que él le pide a Dios que lo cuide, que cuide a su familia, y que cuide a Lupita (De Santiago).
“Que los niños sigan viniendo a ser amigos de Dios, que sepan que cuentan con Él en toda su vida, en todo momento, en cualquier circunstancia; que le hablen, que oren con Él, porque Él es su amigo, su incondicional”.
Carmen Magnot
Mamá
Carmen Magnot es mamá de tres niños que acuden al Atrio Amici Dei, pero a la par ella y su esposo también reciben formación en el mismo lugar.
“Decidí traerlos aquí porque noté que allá afuera hay muchos ambientes donde no les brindan información que creo puede ser buena para ellos, y quise encaminarlos por este rumbo, con un grupo en el que se identificaran como católicos”.
Carmen Magnot compartió que sus hijos han aceptado bien el proceso, pues la formación la obtienen a través de juegos y otras actividades.
Ellos (padres de familia) reciben otra formación que les ayuda a iniciar por el camino del catolicismo: “Hemos empezado a estudiar la Biblia y también a entender los tiempos litúrgicos”, dijo.
El que ellos como papás y sus hijos reciban formación de este tipo, dijo, “nos ayuda a estar en el mismo canal”, ya que mejora los momentos en familia, entienden mejor a sus hijos y cuando van a Misa encuentran detalles que los hace unirse aún más.
También compartió que oran en familia: “La oración, especialmente la hacemos en las noches. Antes de dormir ellos son los que me llaman, me piden que hagamos oración; es una rutina muy especial para ellos, en la que comparten con Dios sus inquietudes, sus gustos”.
Para Carmen Magnot es importante que en Atrio Amici Dei haya momentos para los niños, para que se puedan integrar como católicos desde pequeños.
Esmeralda Rodríguez
Evangelización a Padres de Familia
En Atrio Amici Dei también colabora Esmeralda Rodríguez, con cursos basados en el método de los Servidores de la Palabra.
“Veo muy contentos a los padres de familia, y comparten con sus hijos el anhelo de la Palabra de Dios; conocer más sobre Dios, sobre Jesús y sobre su Iglesia. En general están muy contentos porque reciben a la par su formación con la de sus hijos”, explicó.
Para Esmeralda Rodríguez es muy importante que desde pequeños se les proporcione a los niños ese potencial espiritual que tienen para que puedan conocer desde temprana edad a Dios y a su Iglesia.
El Atrio Amici Dei
Al Atrio Amici Dei actualmente acuden aproximadamente 10 niños, y aunque la escuela de formación es muy joven en la Iglesia de Hidalgo, a nivel nacional e internacional es cuna de vocaciones.
Este año, la catequesis del Buen Pastor a nivel mundial cumple 70 años, y 50 a nivel nacional.